sábado, 23 de julio de 2011

Proclama por el Arte y la Cultura VIVA

Buenos Aires merece un gobierno a la altura de su historia e impulso vanguardista, ser tratada con amor y dedicación, volver a verse repleta de posibilidades y sabiduría. La salud no es un negocio, la educación no es un gasto, la vivienda no es un lujo ni la cultura sólo un espectáculo.
¿Cómo haremos para subvertir el sentido de la vida y generar los discursos que revitalicen el pensamiento? Los trabajadores de la cultura nos preguntamos: ¿Es posible un arte transformador en el nuevo siglo? ¿Lograrán la música, las artes visuales, la literatura, el teatro y la poesía decodificar sus cuestionamientos a lo establecido en una reinvención del espacio público?
Resignifiquemos la “canción de protesta” en “canción de propuesta”. Arte es todo lo que moviliza y agita. Arte es lo que cuestiona radicalmente este modo de vida y dice: hagamos algo para cambiarlo. Arte es acción.
Imaginamos una ciudad que resignifique su propio territorio y ofrezca un proyecto cultural polifónico, inclusivo y popular, sostenido en un verdadero proceso de descentralización. Que actualice las leyes e instituciones que obstruyen el espíritu inquieto del arte en la ciudad. Que abra la frontera, y se nutra de identidades, símbolos barriales, comunales, migratorios, históricos y por venir. Que garantice la multiplicidad de espacios culturales, en vez de clausurarlos. Una política cultural que integre lenguajes, cuerpos, sabores, sonidos, edades, géneros y oficios. Que rompa con la lógica mercantilista donde el arte es un producto sólo al alcance de quienes pueden consumirlo.
Por eso estamos actuando y cantando, despertando con música viva la conciencia pública al momento de decidir quién será el conductor de los próximos años. Solo si nos unimos, participamos y alzamos la voz, podremos construir la ciudad que esperamos.